RS 33

maría luisa domínguez-guerrero tifica en qué ha ido gastando parte de esos fondos, que normalmente es en el entierro y las misas, las mandas piadosas, saldar las deudas y hacer cumplir los legados personales. La diferencia entre ambas cantidades será el alcance que le toca al albacea entregar al juez para que sea enviado a la casa de la Contratación junto con los documentos necesarios para la comprensión del proceso. La validación del documento es variable, ya que puede ir desde una testificación de tres testigos, de los cuales uno firma, más la firma del albacea y la firma del escribano; hasta un modelo mucho más sencillo en donde sólo firman albacea y escribano. Con este documento cerramos el apartado de tipologías comunes a todos, ocasi todos, los autos de bienes de difuntos y pasamos a plantear, de manera muy sucinta, algunas de las otras tipologías que pueden encontrarse en estos expedientes, dependiendo de cada situación particular. Por ejemplo,cuando el fallecido ha dejado hijos menores de edad, como sucede en el expediente 2, donde quedan dos hijos naturales que reciben un legado por testamento, en el mismo auto hallaremos los documentos que resuelvenla tutela de los bienes y la persona de estos huérfanos. En este caso, la carta de tutela se elabora como respuesta a una petición del hombre que, tras la muerte del padre, se está haciendo cargo de los menores, donde solicita ser nombrado su tutor y curador. Tras la solicitud se redacta la resolución del alcalde, que accede a proveerle como tutor de los menores, mandándole dar el juramento acostumbrado. La cláusula de juramento es muy extensa y detallada, y es sucedida por todas las cláusulas de refuerzo propias de la documentación notarial de la época: un nombramiento de fiador, reforzado por una cláusula de obligación general, otra obligación mancomunada, una cláusula renunciativa específica al beneficio de la división de los deudores, la de sometimiento a las justicias, renuncia al propio fuero, renuncia general de leyes, renuncia a la ley que prohíbe la renuncia general. Validando con la testificación de dos escribanos y las firmas del tutor y del fiador. En los casos en los que existían conflictos y dificultades también encontraremos documentación encaminada a su resolución. Es el caso, por ejemplo, del expediente 3, donde el albacea, una vez tomadas las cuentas y hecho el alcance, rechaza entregar la cantidad que se le solicita, alegando 617

RkJQdWJsaXNoZXIy MjYyNDk=