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5 Arnall 1989. 6 Postigo 2023. 7 Piñol 1998, pp. 55–66. 8 García-Gallo 1977, pp. 427; 468–470; Udina 1984, p. 32. 9 To 2005, p. 318. El testamento y su evolución daniel piñol-alabart análisis detenido sobre la estructura y las fórmulas de los testamentos.5 En el mismo sentido M. del Rocío Postigo analiza las fórmulas de testamentos sevillanos en la Baja Edad Media6 y los trabajos de Vicent Pons, que se citan más adelante, también hacen un recorrido por las fórmulas testamentarias. Finalmente un estudio nuestro sobre rituales funerarios en el Reus del sigloXIVdedica un apartado al análisis de las características de los testamentos de esta villa medieval.7 Si debemos buscar un contexto en el que situar la difusión del testamento bajomedieval es obligado acudir a la recuperación del derecho romano a finales del sigloXII. En la Alta Edad Media, sobre todo en los territorios más alejados de la influencia del derecho romano, el testamento desapareció prácticamente del espectro documental. En cambio, en las zonas más romanizadas como por ejemplo Septimania, Auvergne, algunas zonas de Italia o los condados catalanes, no acabó de desaparecer por completo. En este contexto el testamento altomedieval en Catalunya era una supervivencia visigótica y convivía con las donaciones mortis causaquemuy a menudo sustituían a los testamentos.8 Por ejemplo son habituales las donaciones inter vivos para transferir propiedades a los descendientes. O también se multiplican las donaciones pro anima o pro remedio animae que, además actúan como un motor para la fundación y sostén de monasterios. La entrega de bienes tiene como contrapartida los sufragios y oraciones por parte de las comunidades monacales ofrecidas en beneficio de las almas de los donantes y sus familiares.9 A pesar de la situación minoritaria de los testamentos respecto de las otras formas de trasmisión sucesoria, se presentaba un panorama propicio que podía facilitar la aparición de un nuevo testamento hacia mediados del sigloXII.El cam583

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