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80 González Calle 2002, n.º 121; AMSPO, FSVO, 1986, 2178 y 2183 81 Acaso el ejemplo más expresivo sea el testamento de Arias Díaz, en el que mandaba enterrarse en San Francisco de Oviedo, ante el altar mayor, aunque valorando, si en él no hubiera lugar digno, la posibilidad de ser sepultado en el monasterio de Nava, “hu iaz don Ordonno, mío avuelo”. 82 Fernández Mier 1995, n.º 117. 83 Álvarez Castrillón 2007, p. 314. Para Galicia, ha señalado cierta preferencia por los monasterios cistercienses Andrade Cernadas 2005, p. 102. 84 “Cabo del muymento hu iaz meu padre”. Álvarez Castrillón 2022, n.º 51. 85 Sanz Fuentes y Calleja Puerta 2005, pp. 123–133. 86 Fernández Condeet al 1981, n.º 220; Fernández Mier 2001, n.º 92. 87 Fernández Mier 2001, n.º 92; Fernández Condeet al 1987, n.º 31. 88 Sanz Fuentes 1993-1994, n.º 1. 89 Fernández Suárez 1993, n.º 3. maría josefa sanz fuentes & guillermo fernández ortiz Vicente fue espacio para caballeros y escuderos, así como para varios vecinos bien posicionados en la ciudad de Oviedo.80 En resumen, San Vicente tardará en ceder a los franciscanos su carácter de lugar de enterramiento privilegiado.81 Por su parte, los monasterios cistercienses de Belmonte y de Oscos son lugares de referencia para las comunidades rurales,82 y, muy especialmente, para las bajas noblezas locales,83 habitualmente generación tras generación.84 En cuanto a las iglesias rurales y a los templos de los villazgos más dinámicos de la Asturias de la época, cabe señalar que son el espacio mortuorio elegido por sus vecinos y feligreses,85 especialmente su interior,86 compartiendo lugar de reposo con los restos de los antepasados.87 En fin, no faltan ejemplos en los que el testador no especifica destino para sus restos, limitándose a mandar mías carnes en sepoltura hu Deus tever por ben de eu finar88 oa sepultura onde fuer la merçet de Dios que me tome la muerte.89 Desde el punto de vista económico, en los testamentos el número de mandas de esta naturaleza es ciertamente abundante. Bienes inmuebles y muebles varían en cuantía, calidad y destino en función de la posición socioeconómica del otorgante. Entre los primeros encontramos viviendas urbanas, casas rurales, hórreos, molinos, tierras, viñas, árboles; entre los segundos, hay referencias al ajuar doméstico (copas y vasos de plata, dife569

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