papel.5 Sin embargo, tenemos constancia de que algunos de los testamentos que han llegado a nosotros como copias notariales fueron escritos primeramente sobre papel.6 La práctica totalidad de los testamentos y codicilos localizados están redactados en lengua romance, cuya difusión se produce en Asturias desde los años centrales del sigloXIII, con un latín en claro retroceso en la redacción de los documentos. Sólo tres testamentos están escritos en latín, todos ellos de miembros del cabildo catedral (1267–1304). Con todo, en el testamento de Fernando Brito (1304), compañero de la catedral de Oviedo, se declara haberse hecho otra redacción en su lengua materna: “et mando et volo quod omnes denarii qui leguntur in hoc meo testamento et in alio, quod feci in materna lingua, quod solvantur de moneta”.7 Para el siglo XIII disponemos de 10 piezas, todas fechadas en el último tercio de la centuria: 9 testamentos y 1 codicilo. Para el siglo XIV, hemos localizado 24 testamentos y 1 codicilo. Los testamentos son, en su mayoría, abiertos. El único testamento cerrado del corpus es el de Rodrigo Álvarez de Asturias (1331).8 Tres testamentos son nuncupativos.9 Su distribución en el tiempo es absolutamente irregular. Hay décadas para las que no conservamos ningún testamento completo; para las décadas de 1280 y 1380 se conservan 4 testamentos en cada una de ellas. Para los años 1300 y 1362 tenemos 2 ejemplares para cada año. La cifra de testamentos alcanza su mayor cota (4) en 1348, aunque no hay en ellos menciones a la Peste Negra que por aquellos días azotaba los reinos occidentales de la Península Ibérica. En Asturias, no hay noticia exacta de 5 Fernández Suárez 1993, n.º 3. 6 Álvarez Castrillón 2022, n.º 187; Fernández Conde et al 1987, n.º 15 7 Fernández Conde 1982, n.º 10. 8 Sanz Fuentes 1996, n.º 2. 9 Fernández Conde et al 1987, n.º 6; Fernández Mier 2001, n.º 92. Distribución cronológica de la muestra Lengua asturian wills during the thirteenth and fourteenth centuries 560
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