diego belmonte fernández Tampoco se han conservado sellos, al tratarse de un documento de carácter notarial. Apenas algunos eclesiásticos hacen mención a su aposición, como Vasco Pérez Mariño, obispo de Orense, pero en todo caso no ha sobrevivido. De todos ellos, tan solo aquellos que se hicieron originalmente cerrados lo tendrían, pero al llegar a nosotros en su versión protocolizada, también han desaparecido. Lo que nunca falta lógicamente es la suscripción del notario. En este aspecto, se aprecia una tendencia a recurrir a profesionales de la escritura distintos en función del ámbito en el que nos encontremos. Así, mientras los laicos recurren a escribanos públicos en todos los casos, la situación dentro del grupo eclesiástico es mucho más variada. Aunque parece observarse una clara preferencia en este sector por los notarios apostólicos, habituales en estas fechas en el territorio castellano,55 serán en algunas ocasiones personas de confianza pertenecientes al entorno episcopal al suscribir el mismo secretario personal del obispo, tal y como se observa con un tal Fernando Moncayo con Pedro de Toledo, obispo de Málaga o Íñigo Manrique de Lara, obispo de Córdoba.56 En algún caso aislado se constata incluso la presencia de dos notarios, uno público y otro apostólico, como en los testamentos de Pedro Tenorio, arzobispo de Toledo, o Juan Vázquez de Cepeda, obispo de Segovia. Cierra este panorama tan variado el hecho de que algunos eclesiásticos también se valieran de escribanos públicos para suscribir sus últimas voluntades, como lo hicieron Sancho Blázquez Dávila, fray Alonso de Burgos, Luis de Acuña, o Pedro de Silva. Como vemos, la estructura de los testamentos responde en general a la misma que encontramos en el resto de grupos sociales del Occidente medieval. Sin embargo, como indicamos al principio, puede darse una cierta personalización en función de las circunstancias concretas de los otorgantes, de suqualitas. La presencia del particular testamento por comisario, cuyo uso no es restrictivo a este grupo social, o la inclusión del permiso para testar dado por el Papa a los eclesiásticos, así como las instituciones 505 55 Ares, Belmonte, Jiménez en prensa. 56 Belmonte Fernández 2023.
RkJQdWJsaXNoZXIy MjYyNDk=